El pasado 21 de noviembre, fuimos de excursión por la Comarca de Daroca (alumnos de 3ESO y 4ESO). La intención era conocer y valorar su sorprendente patrimonio geológico, intentando entretanto disfrutar del paisaje y advertir sobre su estado de conservación.
La primera parada, en la Puerta Alta de Daroca, fue dedicada a los riesgos geológicos a los que debemos hacer frente en la zona: externos (lluvias torrenciales) e internos (terremotos). En ambos casos analizamos los factores de los que dependen: peligrosidad, vulnerabilidad y exposición.
Los yacimientos paleontológicos de Nombrevilla y Murero han aportado interesantes descubrimientos a la historia de la vida, especialmente este último. El primero no es visitable y el segundo (a pesar de su importancia internacional), está muy deteriorado: paneles desaparecidos o descoloridos y sendas poco «didácticas» y en mal estado. A pesar de ello, mantiene su extraordinario valor.
En la laguna de La Zaida visitamos el mirador y las cuevas, habitadas al menos desde la Edad de Bronce. Se explicó allí el origen tectónico – kárstico de la cuenca endorreica de Gallocanta, a la cual pertenece la laguna de la Zaida, sobre sus calizas jurásicas. Por el camino varias aves nos acompañaron: buitres, gaviotas, milanos reales, aguiluchos y como no, grullas.
Por último, en Used visitamos la nevera y la iglesia, en cuya fachada quedó constancia del último gran terremoto de Aragón, en 1953, de 4,8 en la escala Richter y cuyo epicentro se situó cerca de Used.
La mina y el origen de las repoblaciones forestales, el terremoto de 1953, los yacimientos paleontológicos, las sierras paleozoicas, los procesos tectónicos, la evolución geomorfológica de la cuenca endorreica de Gallocanta y sus implicaciones… puntos de interés geológico que merecen su disfrute. Y aún quedó pendiente hablar del cabalgamiento de Daroca…
La observación in situ de los procesos geológicos externos e internos es fundamental para comprender sus implicaciones en el paisaje y en el desarrollo.